Patrimonio y Turismo Industrial en Andalucía Oriental

Elementos de minería, industria, ferrocarriles y antiguas azucareras de Almería, Granada y Jaén

PANTANO DE ISABEL II (NÍJAR)


Se trata de uno de los elementos de Patrimonio Industrial más espectaculares, y al mismo tiempo menos conocido de toda Andalucía. Además, es uno de los pocos ejemplos de gran obra hidráulica en el siglo XIX, un siglo que no se caracterizó por la construcción de pantanos, tras el derrumbe de una presa en Lorca, que causó grandes daños humanos y materiales.

Vista de la presa

Historia


Los primeros antecedentes de intentos para construir una presa en el paraje de Los Tristanes se remontan a 1.820, pero será el “visionario hidráulico” almeriense Diego María Madolell quien asuma su impulso. En 1.841, al amparo de las enormes ganancias producidas por las minas de Hiendelaencina (Ciudad Real) y Almagrera (Almería), se crea una sociedad para construir esta presa, comprometiéndose con los propietarios del paraje a mantener una toma para riegos a cambio de los derechos sobre las aguas de la rambla Carrizal. Tras una paralización de más de seis meses a lo largo de 1848, el pantano se pudo por fin inaugurar el 8 de mayo de 1850 mediante un acto protocolario al que asistió el gobernador de la provincia, pero en el que no hubo presencia de miembros del Ayuntamiento de Níjar. Previamente, mediante Real Decreto de 26 de julio de 1849, la soberana se dignó a conceder autorización por la que accedía a que aquel reservorio llevase su nombre. En la lapida que se descubrió durante el acto de inauguración –actualmente desaparecida- se podía leer: “Pantano de Isabel 2ª., construido a espensas de una Sociedad anónima, bajo la dirección de D. Gerónimo Ros Giménez, Arquitecto de la Academia de San Fernando, e inspección del Coronel de Ingenieros D. José de la Cruz Muller. Ano de 1850 En 1.848 la empresa obtuvo la declaración de utilidad pública para las obras. Por real orden de 26/7/49, S.M. la Reina Isabel II accedió a que la presa llevara su nombre. Existe un curioso registro, llevado por el guarda de la presa, de las 81 crecidas de la rambla, algunas de ellas de consideración, habidas durante el periodo de la construcción (1.843-50). Sin embargo, las previsiones de regadíos fueron desmesuradas, habiéndose estimado en 84.000 ha. que, ya en 1.845 se habían recortado a 17.500. Por otra parte la distribución de los riegos se dejó a la improvisación e impericia. Las aportaciones de la rambla Carrizal fueron también sobreestimadas, como se demostró durante la sequía que hubo entre 1.848- 1.854, que hizo perentoria la necesidad de buscar otras aportaciones; en el mismo 48 se inició la mina de Rambla Honda. Ya para el año 1.861 el embalse se encontraba parcialmente aterrado y en 1.871 totalmente inutilizable.

Localización


La mejor forma de acceder es a través de la carretera provincial de Níjar a Lucainena de las Torres. A pocos kilómetros encontramos un desvío a la derecha, perfectamente señalizado, que nos conduce al lecho del pantano. La vegetación aquí es muy frondosa, en contraste con la de los montes circundantes. Y es que la presa sigue cumpliendo en parte uno de sus objetivos, que es la laminación de las avenidas. La tierra de arrastre es fértil, y el vaso conserva una alta tasa de humedad. Conforme llegamos a la presa, cuyo enorme muro se construye aprovechando la cerrada de los Tristanes, cierre natural de la rambla del Carrizalejo, vemos a la izquierda la casa de la empresa, y la cantera de donde se extrajeron las enormes piedras de sillería. Desde la presa apreciamos el enorme desnivel, 35 m. de altura, que, en forma de talud arqueado desciende hacia el exterior, primero en tres anchos escalones y luego en otros tres de escaso grosor, que hacia atrás pasaba desapercibido. El conjunto es sobrecogedor.

Perspectivas y amenzas


Actualmente, debido a su gran interés monumetal, la Confederación Hidrográfica del Sur de España ha estudiado su posible rehabilitación y adecuación. El estado de la presa es aparentemente bueno, aunque en el paramento de aguas abajo se observen filtraciones.

Visitas de interés


Justo de la salida de la autovía A-7 en la que se inicia la carretera a Lucainena parte un camino de tierra a la derecha que nos lleva al volcán del Hoyazo. Millones de pequeños granates se esparcen por el suelo a lo largo de todo el cráter. Al final de la carretera está el pueblo de Lucainena, punto de partida del ferrocarril de Lucainena a Aguamarga, que alberga interesantes restos mineros, como los siete hornos de calcinación y el edificio de la compañía. Níjar es una bonita villa de tradición alfarera y artesana, donde se pueden adquirir sus famosas jarapas. Más arriba está la pedanía de Huebro, desde la que se divisa una espectacular vista del Campo de Níjar.

Más información en los siguientes enlaces:
http://www.agenciaandaluzadelagua.com/inventario/isabel2.htm#
http://www.ub.es/geocrit/bw-ig.htm
http://www.ub.es/geocrit/b3w-730.htm