Patrimonio y Turismo Industrial en Andalucía Oriental

Elementos de minería, industria, ferrocarriles y antiguas azucareras de Almería, Granada y Jaén

EL CABLE FRANCÉS Y EL "TOBLERONE"


Al comienzo del Paseo Marítimo de Almería, junto al Parque de las Almadrabillas y la Piscina de los Juegos Mediterráneos se mantiene el llamado Cable Francés, o cargadero de la Compañía Andaluza de Minas. Peor suerte ha corrido el gran silo de mineral popularmente conocido como "Toblerone", derribado en 2013 presa de la especulación urbanística.

El ya inexistente Toblerone, visto desde la pasarela sobre las vías del tren.
El Cable Francés, a punto de iniciarse su acondicionamiento como paseo.
HISTORIA

Construido para la misma finalidad que el denominado "Cable Inglés", su origen es más tardío que aquél, su diseño es más avanzado y su vida útil se prolongó hasta 1996, cuando cesó la actividad en las explotaciones cuyo mineral canalizaba. A principios del siglo XX la sociedad escocesa William Baird comenzó a explotar minas de hierro en los llanos de la Calahorra (Granada). La opción más lógica para dar salida a su producción era utilizar la cercana línea férrea Linares -Almería, y el cargadero de Alquife Mines en Almería. Sin embargo, la rivalidad entre ambas empresas fue siempre muy enconada, y la nueva sociedad Bairds Mining, sucesora de la anterior, se vio obligada a tender un nuevo ramal, que conectaba en Huéneja-Dólar con la vía general. También hubo de construir un embarcadero propio en las inmediaciones del puerto de Almería. La empresa encargada de las obras fue Robert Mc Alpine & Sons, y el director de las mismas fue Mr. Neilson. Comenzaronen 1914 y se prolongaron hasta 1918, coincidiendo con los años en que se desplomó el precio del mercado del hierro. Básicamente la filosofía del cargadero era la misma que en el de Alquife, aunque doblaba su capacidad, llegando hasta las 20.000 Tm. Contaba en la costa con un depósito principal y dos complementarios, desde los cuales el mineral pasaba a 15 tolvas, y de estas hasta el barco por medio de una cinta mecánica que recorría el cargadero. Es por ello que su altura es sensiblemente inferior a la del Cable Inglés. La Compañía Andaluza de Minas (C.A.M.), de capital francés, sucedió a Bairds, y de ahí adoptó el cargadero su popular apelativo. Los trenes cargados de mineral, cruzaban por encima de la Avenida Cabo de Gata, y muchos almerienses retenemos en nuestras retinas la imagen característica de las míticas locomotoras Alco 1300 en su clásica decoración verde y amarilla. Las molestias provocadas por el polvo de mineral en el barrio de Ciudad Jardín provocaron que a mediados de los años 70 se acometiera la construcción de un gigantesco silo de forma característica, similar a la de una popular chocolatina, que le dio el sobre nombre de Toblerone. Se derribó el ramal de vía férrea que llevaba a los trenes desde la Estación de Almería al Cargadero, efectuando la descarga por gravedad en una tolva junto a la Carretera de Sierra Alhamilla. Una cinta cruzaba bajo esta calle y llevaba el mineral al silo. Desde aquí otra cinta transportadora subterránea lo llevaba a una pluma móvil que se instaló en el Cable Francés.

LOCALIZACIÓN

Está situado en plena playa de las Almadrabillas, justo entre el Puerto comercial y el deportivo, al final de la Rambla de Almería, en un enclave privilegiado. Junto a él, en tierra, se ha levantado el monumento a las víctimas almerienses de los campos de concentración nazis. No podemos olvidarnos de que el conjunto del embarcadero no está formado únicamente por su estructura metálica, sino que también abarca los bellos arcos de piedra que le dan elevación a la vía desde la Estación del Ferrocarril, alternando con estilizados puentes metálicos. El tránsito por su interior o por su tablero superior está rigurosamente prohibido, por razones de seguridad, si bien no es raro observar a pescadores que se adentran en busca de un sitio estratégico.

Protección, riesgos y amenazas

Tras el cese de la actividad de la C.A.M. en 1996, apremiada por las deudas, el fantasma de la especulación se apropió de unos terrenos muy apetitosos urbanísticamente, lo que nos hace augurar que los días del Toblerone están contados. Respecto al Cable, se especuló sobre la viabilidad de adaptarlo a la carga de yeso, pero los intentos no cuajaron, y durante el verano de 2006 se ha procedido al desmantelamiento de gran parte de la soberbia estructura.
ACTUALIZACIÓN: Tal y como preveíamos, en 2013 ha sido derribado el Toblerone con la intención de construir pisos de superlujo.